Dormir es una de las necesidades básicas de los seres humanos porque el cuerpo necesita descanso, normalmente de seis a ocho horas diarias, y para ello también es fundamental que el sueño sea de calidad, pero el uso de pantallas antes de acostarse o los problemas de la jornada favorecen el insomnio. 

Uno de los factores a tener en cuenta para combatir la dificultad de conciliar el sueño es la temperatura, e investigadores de Hebrew SeniorLife, filial de la Facultad de Medicina de Harvard, y el Instituto Arthur Marcus para la Investigación del Envejecimiento, han indicado en un estudio publicado en Sciencedirect que para personas mayores lo ideal es dormir entre 20 y 25°C. 

Uno de los períodos del año en los que conciliar el sueño se vuelve más difícil es durante los meses de verano ya que las viviendas absorben el calor de la calle y durante las horas nocturnas la temperatura ambiente no suele bajar de los 20ºC. 

Cuál es la temperatura máxima para poder dormir bien en verano

Estas temperaturas afectan directamente a la "eficiencia del sueño" ya que por encima de los 25ºC y hasta los 30ºC se registró una "caída" del sueño reparador, según demuestra el estudio. 

Por ello, la "optimización de los ambientes térmicos del hogar" juega un papel muy importante a la hora de dormir, aseguran los investigadores, que también enfatizan en "la importancia de los ajustes de temperatura personalizados según las necesidades y circunstancias individuales" porque la temperatura ideal puede variar según la edad de las personas.